Restaurante

Recuerdo del primer mensaje :


Bienvenidos al restaurante. Ordenen lo que quieran, tiene el menu sobre la mesa. Gracias por venir.

Puso su mano sobre mi corazón pero yo la aparté:

- Eres mi hijo, y no voy a descansar hasta tenerte de vuelta. Por las buenas...o por las malas.- dije sacando una pistola de mi bolsillo y apuntándole por lo bajo.- Sígueme hacia ese taxi, y no digas ninguna palabra. Me hiciste de todo, tú y tus malditos chupasangre a que le llamas "familia". Ahora volaras conmigo hacia Inglaterra, o morirás en el intento.

FDR: Ok

Mucho gusto Alex, gracias por el cambio jejeje -que interesante magia- bonito no sabia que se podia hacer eso- Bueno esteee, mesero -Alce la mano y llego el mesero-muy bien pide lo que sea si quieres yo invito a y pago el cafe y el agua -lo ultimo lo dije al mesero y deje un billente de a 50 dolares- el cambio se lo da a ella -al cabo me robaba el dinero jejeje- mi nombre es Luna y Luna se va jeje, fue un gusto-le dije lvantandome de la mesa y saliendo de ahi, tom tenia sus problemas pero lo esperaria sentada en la pared de el restaurante solo mirandolos-

FDR: Oops me corren, cuiden de Luna...Byeeeee

Me dijo algo, yo lo rechazaría pero de pronto saco una pistola:

- Prfff (sonido de burla) No me matarias con...eso- me di cuenta de que era una de las pistolas mas potentes, no puede asesinar vampiros, pero te debilita muchísimo que pareces que puedes morir. Subimos al taxi que nos llevaba hacia el aeropuerto y este arrancó.- Creí que me querías, papá- tenia pensado respetar sus reglas, y no diré ninguna palabra, sino que le mandare una imagen de mi padre apuntándome y yo con las manos arriba. Ella entendería. También mandé un taxi y el aeropuerto.

FDR: Seguimos en el aeropuerto de Portland

llegue apresurada, pensaba que llegaba tarde a mi cita con la doctora, hacia tiempo que la conocía y para ser una persona de fuera de la reserva, me resultaba muy agradable. Aparque mi viejo coche y me encamine hacia la entrada del restaurante.

Enseguida note su mano, me gire y la vi con ese aire juvenil y divertido que la caracterizaba, era un gusto verla en otro ambiente que no fuera en casa, con Lía, aquí seguro que conversaríamos mas tranquilas.
- Hola Ros, encantada de verte de nuevo.
Entonces vi al matrie señalar hacia una tranquila mesa, la mire calidamente y la pregunte:
- ¿vamos?

- pues sinceramente, me trae aquí mi preocupación de madre. Leah esta muy rara ultimamente y quería saber si tu sabias algo, como erais tan amigas.....- La comente mientras observabamos la carta.
Estaba terriblemente avergonzada cuando la hablaba, no había recordado su nueva dieta, por eso la había citado allí. Ella con la elegancia que la caracterizaba no se había negado, pero yo interiormente me recordaba mi error, debería dejar de ser tan despistada.

- es verdad y tengo miedo que eso afecte a la manada, nadie mejor que yo conoce el fuerte caracter de mi hija, para ella es muy difícil estar en la manada - le comente con la mirada perdida.
- bueno - la dije saliendo del monton de recuerdos que me pasaban por la mente - ¿ que tal llevas tu nueva vida?.