Oficina de la Doctora Adams

-Tienes el don de la premonición. Es como la psicometría, solo que ves el futuro cuando tocas o estás cerca de algo relacionado con tus visiones.- dije como breve explicación. -Me he informado para podértelo contar. Y quizá puedas ayudarme.

Fui procesando la información que él me daba y así saberlo todo y no olvidarme de nada. Escuché que yo podía ayudarlo y asentí.

-Claro. ¿Qué necesitas?- pregunté poniendo toda mi atención en él. Si me fijaba bien, encontraba muchas características en Edward y el doctor Sloan que se parecían.

Saqué de mi bolsillo la capa de Elizabeth y se la tendí.

-Esto es de mi hermana.- dije esperando que lo cogiera. -A pasado algo y quiero saber lo que puedes ver al tocar esto.

Cogí la capa y, al instante, aparecieron nuevas imágenes. Era algo confuso, pero aterrorizante. Una fila de capas negras... Muerte por todas partes... Sangre. Parpadeé y solté con rapidez la capa.

FDR: Siiiiiiiiiiiiiii¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ tu ves el futuro y yo el pasado....super¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ pero...da igual SUPERRRRR¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Vi las imágenes que ella misma vio y me horrorizaron. Eran como las visiones de Alice, solo que esto era del pasado. Tenía entendido que los dones podían desarrollarse o ser más poderosos si te convertías en vampiro.
-En cuanto consiga algo más, te lo traeré, y tienes que darme toda la información posible, por favor...- dije cogiendo la capa y guardándolo en el bolsillo.
Noté una vibración en el bolsillo. El móvil. Lo saqué y vi que era Ros. Miré a la doctora disculpándome y me levanté. Me coloqué junto a la puerta y contesté la llamada.

Llamada telefónica:
-¿Ros? ¿Ocurre algo?- pregunté preocupado. Era extraño que me llamara...

LLAMADA TELEFÓNICA:
-Voy enseguida.- dije preocupado por las palabras de Ros. Algo iba mal, y no entendía el qué. Colgué el teléfono y lo guardé en mi bolsillo.
FIN DE LA LLAMADA TELEFONICA.

Guardé el teléfono y miré a la doctora Adams.
-Debo irme. Me necesitan en otro lugar.- dije con rapidez, pero de forma que me entendiera. -Tengo que contarle más cosas, pero en otra ocasión.- cogí un papel y un bolígrafo de su mesa y escribí mi número de móvil. -Este es mi número. Cualquier cosa, llámeme.
Me despedí de ella y me fui corriendo.