Playa de la reserva

Salí de casa, deseando no cruzarme ni con mi hermano, ni con alguna de esas licántropas que lo seguían y se les caía la baba. Él no era nada del otro mundo, no se porque todas se ponían así, ridículo. Llegué a la playa en mi forma lobuna de pelaje gris claro, y vi a una chica con el pelo rosa. Me escondí tras unos arbustos y volví a mi forma humana, poniéndome la camiseta negra y los shorts que llevaba atados a la pata trasera. De alguna forma debía llevar la ropa, y no sería en la boca, obviamente. Me acerqué a la orilla y me senté en la arena, ignorando a la chica. Tenía que mantener en secreto mi condición, pero si es por mí hubiera seguido como loba.

Vaya... así que si iba al pueblo vería un edificio :shock: . No tenía palabras para expresar la perplejidad con la que miraba ahora todo lo que estaba a mi alrededor.

-Iré a verlo, si señora. Luego haré un hueco en mi prácticamente vacía agenda e iré a ver uno de esos famosos edificios. Seguro que son dignos de admiración-bromeé para luego quedarme escuchándola-Eso es fantástico, Alex. Eso quiere decir que hay otro tipo de vampiros diferente al que estoy acostumbrada. Qué lote de cosas nuevas estoy descubriendo... Oh, ¿Vulturis? ¿y eso que recórcholis es?-pregunté maravillada, sonaba a comida *___*. Vaya, ahora para mi los vampiros se dividían en dos diferenciados grupos: los malotes, y los que vivían en edificios.

Luego miré a Alex con la cabeza algo más gacha y carita de circunstancias-Seguro que no vienen...pero si se les ocurre, esta vez estaré preparada esperándoles. Así que podré protegeros a todos ^^ -comenté sonriente. No permitiría que se repitiese la historia de mi tribu, y menos si las cosas de veras iban tan bien antes de mi llegada. No tenía derecho a arrebatarles la relación que tanto les había costado conseguir.

FDR: Ein¿?... xD

Otro día que me lo pasaba sola sin compañía. Quizás me iba a Nueva York otra vez para volver a estudiar otra carrera. Aquí desde luego nadie me echaba en falta ni nada. Me fui a la playa para pasear un rato. Mi naturaleza estaba ya asumida, por lo que me daba absulutamente igual todo. Me senté en una roca y me quedé admirando el mar.

Al final, después de dar vueltas por ahí, me fui a la playa. Hoy hacía el clima perfecto para pasear por allí sin llamar la atención. Al entrar en la playa, me llega un olor familiar y algo repugnante. Busco su rastro y me encuentro con ella. ¿Qué hacía aquí?

-¡Katie!- grité sorprendida y a la vez alegre.

Escuché una voz a mi espalda gratamente conocida. Me giré y no creí lo que veían mis ojos.

-¡Beth!- grité mientras me bajaba de la roca y la abrazaba. -Te extrañé...

-Yo también. Me has hecho mucha falta. Pero, ¿qué haces aquí?- pregunté mientras volvía a abrazarla. -No sabía si volvería a verte. ¿Cómo te fue en Nueva York? Seguro que todo sobresaliente. Es tu estilo.

FDR: Eli, ta van a matar los lobos, jajaja, si entras en la reserva

-Vivo aquí, soy la hermana de Jacob.- dije con una sonrisa. -No recordaba que vivieses en Forks.- aun recordaba nuestra promesa. -Mira, todavía la tengo. No he olvidado lo que prometimos.- le enseñé la pulsera que habíamos confeccionado juntas. -En la universidad me ha ido genial, todo aprobado y con nota.

-Yo también tengo la mía, nunca me la quito.- dije mostrándole la muñeca derecha. -Me alegro por ti, aunque lo estarás pasando mal. Han cambiado muchas cosas, ¿verdad? No estés tan emo, no es lo tuyo. Si te sientes sola, llámame, no tengo problema ninguno en verte, me harías feliz.

off: jaja que se atrevan a tocarme un pelo xD ya ni puedo visitar a mi amiga?^^

-Si, se nota mucho, ¿no?- dije encogiéndome de hombros. -Pero es lo que hay. Tarde o temprano pasaría. Pero si estás conmigo no habrá problemas.- la abracé y miré el reloj. -Creo que es hora de que nos demos el piro. Si los lobos te pillan aquí, se te va a caer el pelo. Y a mí también, si sabes a lo que me refiero.

-Tienes razón, no queremos problemas, pero tenme informada. Tienes tu portátil, ¿no?- pregunté mientras retrocedía unos pasos. -Tenlo enchufado a la red. O me llamas al móvil, lo que prefieras. Te quiero Katie.

-Tranquila, te llamaré pronto. Y tienes que contarme lo que ya sabes.- dije guiñándole un ojo. -Esta vez no te escaparas. Tú también tienes que tenerme informada.- y tras decir eso, me di la vuelta y eché a correr a casa.