Centro del Bosque

(me toma de la mejilla y era el momento de decir la verdad)

-esque en realidad no estube con los vulturis en su palacio... esque estube en un laboratorio que yo invente en un cabaña... y la sangre que me permitia tener era para experimentar para crear una sangre opcional para no tener que matar y funciono pero no tardo en salir de mi, mi lado neofito asi que me extraje sangre la poca que me quedaba y hice analisis para extraer el genoma neofito y poder crear este tranquilizante... y asi podia consentrarme mas en los experimentos y como ahi siempre esta soleado solo podia salir por las noches y Aro me traia un poco de sangre pero siempre la use en los experimentos-

(en eso la abraze y la bese)

-Pues no deberías haberlo hecho. Tendrías que haber salido y alimentarte de verdad. Podrías haber cazado animales en las afueras. Estás demasiado centrado en tu trabajo. Piensa más en ti y en tus necesidades, o lo acabarás lamentando.- dije mientras notaba sus brazos a mi alrededor y me besaba. -No quiero ver que vuelves a hacer algo parecido, ¿me oyes? Jamás.

(la oigo que me dice como mi jefa que sale de viaje y que mi padre se queda acargo del hospital, pero despues como mi amiga me dice que cuide a su familia.... y se va sin escuchar mi respuesta asi que tomo de la mano a Eliza y le beso y le digo)

-bueno ire a la casa swan vienes-

(en eso camino rumbo a la casa swan, mientras camino veo a lo lejos la casa swan pero el apestoso olor de perro mojado me meriaba ese hedor era asqueroso es tan fuerte y molesto como nuestro olor para ellos)

LLegando al bosque regresé a mi forma humana (lo de la ropa llega por arte de magia) busque deseperadamente un venado, algo, vi a lo lejos uno ya viejo, corri rapidamente, este escapo, corri mas rapido y lo atrape, lo tire al suelo y le mordi el cuello succione la sangre, no sabia por que actuaba de esa manera, en verdad parecia un animal desesperado, susccionaba mas aunque el animal ya habia quedado seco lo deje en paz y busque otro, sabia que si comia mas al rato me doleria el estomago aunque queria, y esa sed era inmensa, no podia llenarme con sangre animal, me relajé me quedé quieta, sabia que estaba mal y podia controlarme, respire profundamete y mis ojos fueron cambiando a su color normal pero los colmillos todavia no regresaban a la normalidad- Gracias -Dije y me sente en la tierra fria, tenia que relajarme mas, recuperarme lo mas rapido posible -
Ya despues de un rato, me pare, ya estaba mejor, un poco mareada y fragil, pero por lo menos lejos de ese lugar, vi a Tom y a Alice- Gracias chicos, son una gran familia, gracias por cuidarme, pero..me hacen un favor? vayan a su casa y buscan un collar que deje en el cuarto de Tom, plis me lo podrian traer -La verdad nunca he tenido un collar pero era para que se distrajeranun rato- Yo voy a ir a la reserva

Luna caza y se sienta. Yo me quede apoyado sobre el árbol. Nos pide que vayamos a buscar algún collar. Un collar en mi cuarto. ¿Collar? Bueno, no importa. Quizá no me di cuenta:

- Claro- le sonreí y le hice una seña a Alice de "Vamos". Antes de irme le digo- Si pasa algo, sabes como comunicarte, amor.-Empecé mi camino hacia casa.

Caminaba sin rumbo por los lares de Forks. La verdad hacía tiempo que no me encontraba con nadie con quien pudiera hablar de cosas interesantes, cosas...verdaderas. Había vuelto a mi anterior reputación en el pueblo, esa niña dulce que se pasaba de casa en casa cada noche, dado que sus propietarios ofrecían siempre un refugio. Más de una vez se me había escapado la mano con la sangre, puesto que no tenía mucha experiencia, pero nadie había sospechado nada raro de mi parte. Yo parecía igualq ue todos lso habitantes, y las escasas muertes que se daban misteriosamente en el pueblo sucedían una vez cada dos meses aproximadamente. El resto del tiempo era capaz de controlarme o conformarme con algún gato o perro callejero que pasara por ahí. Pero bueno, había salido junto con una familia bastante agradable que me había dado un tiempo prudencial para quedarme con ellos (por supuesto, yo no les diría cuando me fuera. Simplemente me iría por la noche y punto). Los señores Gerwer eran muy amables, y sus hijos Heidi y Patrick eran muy simpáticos.

-Lucy- me dijo Heidi acercándose a mi, clavando sus ojos celestes en los míos- Nosotros iremos a dar un paseo...¿tú quieres venir?

Le sonreí abiertamente con una sonrisita angelical mientras negaba lentamente con la cabeza, mis párpados cerrados.

-No , gracias Heidi- repliqué con voz tan dulce cual ángel de la guarda-. Vayan vosotros, os alcanzo luego- la niña se inclinó a darme un beso en la mejilla (se estremeció al frío tacto de mi piel) y luego se reunió con el resto de su familia, que me saludaban con la mano mientras se iban lejos. Me senté en el césped, sintiendo la suave brisa que jugaba con mis cabellos castaños-dorados y me dejé cerrar los ojos, como intentándo dormir, aunque tenía muy claro que aquello no iba a suceder.

Tras unos cuántos minutos, horas , para ser más precisos, la familia volvió, y tras indicarme con un gesto de la mano que me les uniera, retomamos nuestro camino de vuelta a su casa. Comenzaba a sentirme con sed, por lo que supuse sería la última vez que les vería.